Es innato como después de San Valentín los Valencianos automáticamente pensamos en Fallas de una manera más persistente que el resto del año.
Seamos o no falleros el cuerpo reacciona ante este olor…mmm huele a Fallas.
El ambiente fallero se empieza a notar, calles cortadas y calzadas a modo de paelleros, falleros en semáforos para la recolecta, las Presentaciones de las Fallas con entradas y salidas de nuestra Corte de Honor y así poco a poco para empezar con: «Señor Pirotecnic pot comenÇar la Mascleta»
Desde el día 1 de marzo del año la pólvora invade nuestro olfato, los tambores de las bandas nuestros oídos, los trajes de las falleras nuestra vista y los bunyuelos nuestro gusto…y todo su conjunto nos transporta a años anteriores sin pedir permiso. Nos lleva a épocas en las que la despertà se hacia con los petardos de cartón y pólvora sin mecha que explotaban contra el suelo y era para todos, niños y mayores, porque las bombetas no existían. Que tiempos aquellos…aquellos petardos dejaron de fabricarse, venían en caja de cartón cuadrada y venían sueltos entre serrín.



Y poco a poco nos acercamos a la gran semana fallera. Donde todo son alegrías y el calorcito llega a nuestras mejillas los días de mascletà. Los monumentos se van presentando los dias de la plantà para que Valencia arda como cada año, entre las lágrimas de los falleros y sus Falleras Mayores por el fin de fiesta…
Reportaje Fallas